Correcta provocación.




Yo había estado preparándome un guión, el cual, no recordaba.

Así, con esa indecisión y claramente afectado por el nerviosismo, salí al escenario. Tras balbucear las primeras frases, en un pronto inesperado, me meé. Un tremendo foco de luz presentado ante mí, me delataba ante el público.
Miré hacia abajo y observé que mi lustroso pantalón rojo -que había elegido para la ocasión y que resultó ser un traidor- había adquirido ya... dos tonalidades. Se figuró así, un dibujo disperso y húmedo en él.
Yo, que no tengo mucha memoria, comenzaba a recordar con detalle todos los puntos del guión que me había preparado; pero resultó ser que ya que no había decidido la humedad insultante de mi pantalón rojo, y como después de los últimos silencios comenzaban ya... las primeras risas, decidí sin más remedio actuar.
Aquella noche, se habia vuelto más oscura. Yo, un ateo protestante, comenzaba a creer en Dios. Estaba claro que taparse con las manos la susodicha evidencia era concentrar definitivamente, las pocas miradas que no habían acomodado a sus retinas el surco.
Como yo por entonces no estaba muy concentrado, después de vaciar el riñón que me quedaba, me acuchillaron unas enormes ganas de cagarme. Pero no os preocupéis, no lo hice. Quiero decir... y a esto me refiero, que no me lo hice encima que quizás con la presura me olvidé de bajarme los pantalones, pero tuve suficiente con bajarme los calzoncillos; blancos; que esposaron rápidamente mis tobillos. Para colmo, nos vino a acompañar al parto alguna de esas ventosidades malolientes, que encima, se pronunciaron gracias al eco, en toda la sala. Por lo visto, yo -el protagonista de la función- había perdido toda voz.
Hasta los tímidos se distinguían en la oscuridad de las últimas butacas; pareció ser que la luz del escenario se traspasó al aforo, pues incluso ciego -absorto- contemplaba al público perfectamente (cómo me contemplarían ellos a mí).
Fue aquí cuando había olvidado ya unos cuantos puntos del guión que me había preparado, incluso comencé a olvidar al público y... me masturbé. Por supuesto mi fuente de inspiración fue la hija negra que me figuraba ya, había tenido. Incluso poco después, imaginé sus brazos y la abracé.
Con el esperma que insultantemente había rechazado mi cuerpo; vestí a la hija negra que había tenido, presumiéndola como la más bella de todas las féminas que nos acompañaban. Creo honestamente que en este punto de la función, la gente empezaba a amortizar la entrada.
Cuando se me bajó la polla -perdón- comencé a recordar que era un tipo recatado y formal. Ya no sabía si guardar las formas, pero la mierda estaba claro que la tenía que guardar en algún sitio y qué mejor lugar que dentro de mí. -sí avispado seguidor, me la comí... y aún recuerdo su sabor cada vez que aborto en el retrete, me sabe a mucha gente.
Entonces, se encendieron más luces, la función había finalizado, perdía de esa forma gran parte de mi protagonismo, de mi individualidad. ¿he dicho mí? Apunta un fa, pues fueron así como se escucharon los primeros golpes que me propinaron. Por suerte, un grupo bastante reducido me elevó en hombros <- un buen tipo que apoya a mucha gente- y parece ser que la parte restante sumaba mayoría. Era justo el grupo que había estado sentado a la derecha y parte del centro y parece ser que estos -los bondadosos- no habían observado la mierda de mi plenitud en su totalidad, estaban mal emplazados. Bueno, el caso es que me mataron. Unos me aplaudieron a golpes, otros se aplaudían y otros -la mayoría- miraba con los ojos cerrados.
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Ahora soy un emblema rupturista, la comunidad antisistema me adora... aunque también es verdad que he roto con ellos.
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~Juan Francisco Vázquez Fontalva~

9 comentarios:

Unknown dijo...

Te extrañe en wamba y pasé acá felicitarte por tus escritos y dejarte un beso

JuanfryBogart. dijo...

Hola bella... Muchas gracias por acercarte a mí. Wamba ya es historia.

Que sepas que te recuerdo.

Un beso y nuevamente gracias.

~JuanFra Vázquez Fontalva~

Anónimo dijo...

Una gran crítica. Muy reivindicativo, ciertamente.
Al principio, no sabía a qué atenerme y leía línea tras línea ávidamente, a la par que extrañada y escéptica. Sí, toda la fuerza del texto reside al final.
Me encantó. 1beso!

JuanfryBogart. dijo...

Saludos Lost Girl.

Es un poco desconcertante sí, pero aunque parezca mentira, ha sido el texto que más beneficios -económicos- me ha repercutido.

Estoy orgulloso de este texto... aunque algunos, claro está, se pongan las manos en la cabeza al leerlo. Yo la manos... me gusta utilizarlas para escribir, no para sobresaltarme.

Un besazo.

~JuanFra Vázquez Fontalva~

Anónimo dijo...

genial amigo.

.g

Unknown dijo...

.

Unknown dijo...

Una genialidad.
Me acerco a tí pero me ignoras.

Joana

JuanfryBogart. dijo...

G:

Muchas gracias.

Aunque este blog lo tengo olvidado,no me olvido de las letras, y alguna noche, cuando llego a casa, suelo escribir algunos párrafos, que por no coincidir con el estilo de este espacio, no son publicados.

~JuanFra Vázquez Fontalva~

JuanfryBogart. dijo...

Hola JOANA:

Gracias por tus observaciones. Luego, -como siempre hago-, ya respondí a tu mensaje. Acude a una conocida red social y lo descubrirás.

Nuevamente, gracias.

~JuanFra Vázquez Fontalva~